Reseña: El corredor del laberinto

Título: El corredor del laberinto
Título original: The maze runner
Saga: El corredor del laberinto (1/3)
Autor: James Dashner
Editorial: Nocturna
Número de páginas: 528
Precio: 17€

«Bienvenido al bosque. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra… Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran… y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces».
Todo sigue un orden… y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica.
Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego. 

Un día el mundo de Thomas se vuelve del revés: aparece solo, desorientado y sin recuerdo alguno de su pasado, en una caja, con los ojos de cientos de adolescentes fijos en él. No sabe dónde está, no sabe qué hace ahí, no sabe qué ha pasado ni qué va a pasar.
El lugar donde se encuentra es muy extraño: una especie de explanada donde hay un asentamiento rodeado de grandes muros de piedra.
Thomas necesita respuestas, pero los chicos que allí viven no se las van a proporcionar tan fácilmente, en el Claro hay que ganarse el puesto.

Thomas conoce a Newt y Alby, los líderes del grupo, que poco a poco le van proporcionando información sobre su paradero: se haya en el Claro, situado en el centro de un laberinto que aún no han resuelto.
Los habitantes del Claro no saben mucho, solo que cada mes llegan dos nuevos chicos a través de la Caja. No saben cómo han llegado allí, quién les ha enviado ni cuál es su objetivo. Además, ninguno recuerda nada de su vida anterior, tan solo su nombre.

 En el Claro las tareas están repartidas para la supervivencia de todos los clarianos. Los habitantes se dividen por grupos, cada grupo dedicado a una tarea y guiado por un guardián. Están los cocineros, los excavadores... Pero el grupo que más llama la atención a Thomas es el de los corredores. Ellos se encargan de explorar el laberinto: pasan ahí dentro desde que los muros se abren solos por la mañana hasta que se cierran al anochecer. Recorren de punt a punta el laberinto y dibujan mapas de él. Pero no es tarea fácil encontrar la salida dado que los muros cambian de sitio cada cierto tiempo.

Por otra parte, dentro del laberinto hay un peligro inminente: los laceradores. Los laceradores son una especie de animales, parte de su cuerpo es tecnología y la otra mitad una parte viscosa. El peligro de los laceradores es que, si te pican, puedes morir. A pesar de ello, lo normal es que, cuando un lacerador pica a un corredor, éste pueda volver al Claro y le salven la vida. Estos monstruos suelen salir en grandes cantidades de noche, cuando las puertas del laberinto se cierran, por ello los corredores deben asegurarse de volver antes de que esto suceda. Sin embargo, también es posible encontrar un lacerador despistado a plena luz del día.

Poco a poco Thomas va amoldándose a la rutina en el Claro, pero su vida no es normalmente la de los recién llegados: él tiene todo el rato la sensación de que ya ha estado allí. Además, siente un gran magnetismo por la tarea del corredor.
Pero lo más importante es que tras la llegada de Thomas, todo comienza a cambiar, la vida de los clarianos se vuelve del revés y parece no haber una razón, ni un principio ni un fin.

El corredor del laberinto es un libro que me llamó poderosamente la atención desde el primer momento en que supe de él. Después de su lectura debo decir que es una maravilla de libro. Me ha encantado, sin más.
Para empezar, nos encontramos en un escenario muy bien construido y descrito, que consigue precisamente lo que se propone: hacer que el mismo lector se sienta atrapado entre los muros del laberinto.
La lectura no niega en ningún momento que un gran misterio envuelve las paredes del laberinto, pero no es predecible ni mucho menos. Nos encontramos ante una trama muy enrevesada que se va esclareciendo a medida que pasas las páginas, pero en dosis muy pequeñas, aportando al lector pequeños mordiscos, sirviéndonos un delicioso menú que no tiene desperdicio.

Por otra parte, esta lectura está plagada de aventuras, acción y acontecimientos sorprendentes de principio a fin, sin pausa pero sin prisa.


En cuanto a los personajes, están bien detallados, aunque no tienen ninguna característica especial ni son de esos personajes a los que les coges cariño enseguida o que se direncian del resto por algún punto de su caracter, son más bien normales, pero van muy a concorde con el argumento y con las acciones que se llevan a cabo.

En resumen, El corredor del laberinto es una lectura segura, un libro que disfrutar de principio a fin, un libro que no te soltará de la primera a la última página, te hará reír, llorar y disfrutar de todos y cada uno de sus capítulos.
Precaución: no empieces este libro si no dispones del tiempo suficiente para sumirte en horas y horas de lectura.

VALORACIÓN PERSONAL: 9 ESTUPENDO.